La verdadera identidad del cristiano según la Biblia
Nos
dice la Escritura en Éxodo 19:5 “Ahora pues, si obedeciereis mi voz, y
guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los
pueblos; porque mía es toda la tierra”. Éste versículo inicia con la frase: “si dieres oído a mi
voz, y guardareis mi pacto”, palabras que nos permiten ver un condicional del
Señor...
En el Nuevo Testamento Dios nos revela su gracia en Jesucristo, Su amor,
bondad y misericordia; pero esto no descarta ni desecha la santidad propia de Dios,
es decir él no va a quebrantar sus propias normas, la Gracia no es licencia para
hacer desobedecer a Dios, es un llamado con poder innato para “andar como es
digno de Aquel que nos llamó por Su gracia”, hablamos entonces de un poder más grande
dado a sus hijos para caminar en su voluntad.
Vemos además que el Señor expresa: “ustedes serán mi tesoro especial
sobre todos los pueblos de la tierra”, entonces no importa aquí “la noble
cuna”, o “la condición económica o estrato al que perteneces”, si eres hijo de
Dios eres del más noble linaje, perteneces a la más poderosa familia del
universo entero, además tu padre no es un rey terrenal, tu Padre es Dios mismo,
recuerda tu ciudadanía es celestial, fuiste redimido por la sangre de Jesús para
Dios y sus maravillosos planes.
Aquel gran privilegio de ser llamados por Dios y salados por Jesús, nos hace responsables de caminar a la luz de sus palabras, avanzar según sus maravillosos planes y desear su presencia como única fuente de nuestra vida. Somos hijos de Dios y este es el mayor título que podemos tener.
El Señor Jesús sabía muy bien quién era y a qué había venido a ésta tierra, eso le permitía estar concentrado, se fortalecía en la comunión con su Padre celestial y así derrotaba todo enemigo y superaba todo osbtáculo.
Aquel gran privilegio de ser llamados por Dios y salados por Jesús, nos hace responsables de caminar a la luz de sus palabras, avanzar según sus maravillosos planes y desear su presencia como única fuente de nuestra vida. Somos hijos de Dios y este es el mayor título que podemos tener.
El Señor Jesús sabía muy bien quién era y a qué había venido a ésta tierra, eso le permitía estar concentrado, se fortalecía en la comunión con su Padre celestial y así derrotaba todo enemigo y superaba todo osbtáculo.
Por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "LA PROVISIÓN DIVINA".
La verdadera identidad del
cristiano.
Ayer leía estos capítulos y me llamó la atención que dice mía es toda la tierra es maravilloso y muy grato encontrar este devocional hoy,bendiciones armados
ResponderBorrarMuchas gracias Damaris por tus palabras. Dios te bendiga.
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