Somos soldados del ejército de Dios

Somos soldados del ejército de Dios

Somos soldados del ejército de Dios en victoria siempre

La Biblia nos enseña que David era un pastor de ovejas en su adolescencia y juventud, precisamente allí aprendió a luchar y a derrotar a los leones y osos que venían contra el rebaño, en ese oficio se capacitó, allí aprendió a enfrentar al enemigo, y vemos como pudo luego derrotar al gigante Goliat…

David fue un rey, pero a la vez era también soldado; él era un hombre de adoración, pero a la vez fue un gran guerrero, nos dice la Biblia que era un hombre con un corazón conforme al corazón del Señor, y debemos tener presente que nuestro Dios es Jehová de los ejércitos, poderoso en batalla. Entonces somos soldados del ejército de Dios. La adoración es una de nuestras armas. 

“Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes (gobernantes) de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes” Efesios 6:12.

Este pasaje bíblico nos enseña la realidad de la batalla espiritual, aunque por lo general invisible, como hijos de Dios somos también soldados de su ejército y avanzamos en contra del ejército del reino de las tinieblas. 



Efesios 6:12 describe aún su organización y fuerza, pero Cristo venció en la cruz del calvario, resucitó y nos ha dado el poder y la autoridad para avanzar en victoria. Por eso dice: “en él somos más que vencedores”. Adelante, Dios está de tu lado.

Dios ha revestido de poder, autoridad y con las armas espirituales a cada uno de sus hijos para avanzar contra toda obra de maldad y vencer, Dios ha diseñado a sus hijos para caminar en victoria. Jesús está de tu lado, no temas. 

Cuando el enemigo se levante contra ti declara el poder de la sangre de Jesucristo, reprende las obras de las tinieblas y fortalece tu vida en oración, el Señor Jesús actuará a tu favor y su poder prevalecerá.  

Por pastor Gonzalo Sanabria.

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Somos soldados del ejército de Dios, y él es nuestro general.  

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