Dios está contigo todos los días.
A veces cuando manipulamos algo
puede ocurrir un daño y cuando tratamos de repararlo cometemos algún error haciendo
pero el daño entonces podemos enojarnos y golpear el objeto, y así acabamos de dañarlo
completamente…
En otros momentos podemos ver que
las respuestas llenas de ira y enojo lastiman el corazón de otras personas ¿Le
ha sucedido esto? En ciertos momentos podemos ser presa de la ira, de la
angustia o del afán, y debemos entonces hacernos la pregunta: ¿Cómo nos
conducimos bajo presión?
Nos dice la Biblia en Números 20:2-3 “Y no había agua para
la congregación; y se juntaron contra Moisés y Aarón. El pueblo discutió
con Moisés y le dijo: "¡Ojalá hubiéramos perecido cuando nuestros hermanos
murieron delante del SEÑOR!”.
Aquí el pueblo e Israel se enoja
ante las circunstancias que viven, incluso piensa en que es mejor el tiempo pasado.
De alguna manera expresan que es mejor haber muerto antes. Expresiones que por
el enojo son necias y dan lugar al enemigo.
En éste caso Moisés y Aarón son
figura de aquel que le sirve a Dios. El siervo del Señor debe mantener una buena
comunión con él, pues siempre está expuesto a las críticas, a las calumnias, a
la oposición y murmuración, o traición de aquellos a quienes ha servido con
amor.
Quien piensa que el servicio a
Dios está exento de dificultades y obstáculos está muy equivocado; más bien quien
está seguro de la ayuda del Señor está confiado y seguro. La Biblia nos enseña
que Moisés buscó el consejo divino y así logró superar la situación. Por eso no
te desalientes, Dios está contigo.
Por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "DIOS ME AYUDA A SEGUIR ADELANTE".
Dios está contigo.
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