Dios nos salva de los problemas.
Los discípulos de Jesús
tuvieron que vivir luchas siguiendo al Maestro y todo eso era parte de su
formación, su carácter tenía que afirmarse y su fe en Dios debía crecer, por
ejemplo nos dice la Biblia que...
“Y al anochecer, descendieron
sus discípulos al mar; y entrando en una
barca, se fueron al otro lado del mar hacia Capernaúm. Y era ya oscuro, y Jesús
no había venido a ellos. Y se levantó el mar
por un gran viento que soplaba... Luego vieron a Jesús que
andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. Pero Él les dijo:
Yo soy, no temáis. Ellos entonces con
gusto le recibieron en la barca; y en seguida la barca llegó a la tierra adonde
iban” Juan 6:16-21.
Notemos que “estaba oscuro, y Jesús no había venido a ellos”,
esto nos muestra que no podían guiarse correctamente, no había luna, ni
estrellas para identificar la ruta a seguir, tampoco podían identificar las
montañas alrededor del mar de Galilea, nada podían ver. Pero estaban haciendo
la voluntad el Señor y por tanto Jesús tendría cuidado de sus vidas.
El evangelio de Mateo 14 nos dice que “la barca era
azotada por las olas, porque el viento era contrario”, en la Escritura el mar
es figura de la maldad (por ejemplo Génesis uno está relacionado con el “caos”,
en Apocalipsis trece nos dice que “del mar subió una bestia” = es te es el
anticristo; en Apocalipsis 21 dice “el mar ya no existirá más…” entonces el mar
podemos verlo aquí como algo que procura detener u obstaculizar el avance,
hablamos de las tentaciones, los resentimientos, los demonios, etc).
Ellos tuvieron miedo, pero ¿Qué es el miedo? Es
aquello que provoca la huida. La Enciclopedia nos dice: Reacción ante un
peligro o amenaza, que conduce a la acción: huida, agresividad, parálisis, etc.
Pero vemos que Jesús apareció y los llevó a la tierra a la que habían de llegar.
Dios no deja solos a sus hijos, él llega a tiempo.
Con frecuencia ante las dificultades o problemas aparece el temor o la duda, en éste caso debemos levantar nuestra mirada a Dios, como está escrito: "Puestos los ojos en Jesús", no hay nada difícil para él. No importa el tamaño de los obstáculos siempre el poder de Dios será mayor, Jesús camina contigo, e´l no te abandonará.
Con frecuencia ante las dificultades o problemas aparece el temor o la duda, en éste caso debemos levantar nuestra mirada a Dios, como está escrito: "Puestos los ojos en Jesús", no hay nada difícil para él. No importa el tamaño de los obstáculos siempre el poder de Dios será mayor, Jesús camina contigo, e´l no te abandonará.
Por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "DIOS FORTALECE MI VIDA".
Dios nos salva del problema y nos ayuda.
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