El poder de Dios no tiene límites.
Veamos los argumentos que detienen el avance o razones que se exponen para justificar la pereza y el miedo:
a) Es
que nunca antes lo habíamos hecho de ese modo.
b) En
realidad no estamos preparados para eso.
c) Estamos
muy bien sin intentar esas cosas.
d) Recuerda
eso ya lo hemos intentado alguna vez.
e) Pues
no hay dinero para hacerlo, ni para conseguirlo.
f) Realmente
ese no es nuestro trabajo.
g) Algo
así no puede salir bien.
Y seguramente hay muchos otros, sin embargo la
iglesia primitiva se caracterizó por su firme voluntad, por su gran perseverancia
y pasión por las almas, y pudo impactar el mundo de aquel entonces. Todo debido
a que estaban llenos del poder del Espíritu Santo. Es el poder de Dios el que
nos lleva a alcanzar logros que de otra manera no serían posibles. El poder de
Dios no tiene límites.
Es necesario anhelar la obra y poder de Dios
en nuestra vida: “cómo
Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo
haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios
estaba con Él” Hechos 10:38.
La unción del Espíritu Santo en nuestra vida es la capacitación sobrenatural que Dios nos da para cumplir aquel gran propósito en particular que tiene él con cada uno aquí en la tierra. El Espíritu Santo en nosotros es entonces una gran evidencia del interés de Dios en el cumplimiento de su plan con cada uno de sus hijos.
Aunque los muros de Jericó eran muy grandes cayeron bajo el poder de Dios; aunque Goliat era muy grande fue derribado por la obra del Señor a través de David, aunque el mar rojo era una gran barrera Dios con su poder lo abrió, por eso el poder de nuestro Dios no tiene límites.
La unción del Espíritu Santo en nuestra vida es la capacitación sobrenatural que Dios nos da para cumplir aquel gran propósito en particular que tiene él con cada uno aquí en la tierra. El Espíritu Santo en nosotros es entonces una gran evidencia del interés de Dios en el cumplimiento de su plan con cada uno de sus hijos.
Aunque los muros de Jericó eran muy grandes cayeron bajo el poder de Dios; aunque Goliat era muy grande fue derribado por la obra del Señor a través de David, aunque el mar rojo era una gran barrera Dios con su poder lo abrió, por eso el poder de nuestro Dios no tiene límites.
Por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "Somos soldados del ejército de Dios".
El poder de Dios no tiene límites.
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