“Os rogamos hermanos, que reconozcáis a los que
trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengas
en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os
rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles,
que seáis pacientes para con todos”.
Ahora el apóstol instruye respecto a las relaciones
con los líderes espirituales, y con los hermanos firmes y con los débiles. En
primer lugar enseña sobre la importancia de valorar a quienes dirigen una
iglesia. Su labor es exigente y conlleva el amonestar lo que corresponde,
acción que muchas veces no es bien recibida...
El oficio de fortalecer, animar, capacitar e instruir
a los creyentes en la iglesia local merece valoración y respeto, por eso Pablo
dice: “tenedlos en mucha estima y amor por cusa de su obra”. No es bueno
menospreciar ésta labor o generar conflictos, asunto que puede dar origen a
malestar en la comunidad, y por eso el apóstol dice: “Tened paz entre vosotros”
(versículo trece).
El versículo catorce nos deja ver varias clases de
hermanos, que aunque conocían a Cristo necesitaban ser corregidos y alentados:
a los ociosos debe amonestárseles (esto es instruir, enseñarles lo correcto); alentar
a los de poco ánimo, ayudar al débil, y ser pacientes con todos, pues ésta es
la actitud de Dios con todos sus hijos.
Te invitamos a adquirir sin costo alguno nuestro libro cristiano, haz clic ahora aquí en: LIBRO CRISTIANO GRATIS.
Del versículo dieciséis al dieciocho vemos varias
actitudes y virtudes que Dios espera en cada uno de sus hijos, es interesante
ver que el Espíritu Santo mismo está dispuesto a ayudarnos para que estas
virtudes fluyan con poder en nosotros:
Gozo constante.
Oración continúa.
Gratitud sincera.
El gozo es una evidencia del fruto del Espíritu Santo
en el cristiano, la oración será tan fuerte como fuerte sea nuestra comunión
con él, y un corazón agradecido es el resultado de confiar en la soberanía y
poder de Dios.
Ahora el apóstol aborda al parecer una situación que
se estaba presentando en la iglesia de Tesalónica, y tenía que ver con la
profecía (1 Tesalonicenses 5:19-21). Al parecer algunos creyentes estaban
impidiendo el fluir del Espíritu Santo, al contrario de lo que ocurría en
Corinto donde se habían ido al otro extremo, en ambos casos lo que hace el apóstol
es conducirlos al punto de equilibrio correcto.
Por eso les dice “no apaguen el Espíritu”, uno de los
símbolos del Espíritu Santo en la Biblia es el fuego y menospreciar la palabra
profética es obstaculizar el fluir del Espíritu, quien no sólo se manifiesta
mediante profecía, sino santificando y dirigiendo a la iglesia local.
Obstaculizar su presencia y obra es estancar el avance de todos. Más bien deben
examinarlo todo, y retener lo bueno.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer el devocional: "DIOS HACE OBRAS MARAVILLOSAS".
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario