Devocional: El Espíritu Santo nos renueva
El Señor Jesús nos ofrece agua,
pero es una muy diferente a la que conocemos pues el agua natural sacia la sed por
un tiempo, pero la que Jesús ofrece produce vida eterna y satisface la profunda
necesidad del ser humano.
Nos dice la Biblia en Juan
7:37-40 “En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie,
exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. "El que cree
en Mí, como ha dicho la Escritura: 'De lo más profundo de su ser brotarán ríos
de agua viva' Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El
habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús
aún no había sido glorificado”.
Este pasaje nos dice en primer
lugar que era “el último día de la fiesta” ¿a qué fiesta se refiere? Indica la
fiesta de los Tabernáculos, y este era un tiempo de cosecha, la nación de
Israel recordaba su caminar por el desierto en el que Dios les dio agua de la
roca (recordemos que un rato después tenían sed nuevamente).
Esto es muy interesante porque el Señor según Juan 7:37-40 relaciona la
obra del Espíritu Santo en el cristiano con la obra de los ríos que nacen de
una fuente de agua viva. Es decir de una fuente que nunca se agota, los ríos
que de allí salen generan vida, son limpios, esa agua transforma el seco y
estéril terreno en un hermoso valle y las montañas reverdecen.
Esta figura la usa el Señor para referirse a la obra del Espíritu Santo
en el creyente, es decir el Espíritu genera vida, trae renovación, limpia el
corazón, produce transformación en el carácter, por eso debemos dar gloria a
Dios por su amor y cuidado.
Por pastor Gonzalo Sanabria.
El Espíritu Santo nos renueva. – Devocionales cristianos -