Quiero ser amigo de Dios

Devocional corto: Quiero ser amigo de Dios.

 

 

 

La palabra de Dios nos dice en la Epístola de Santiago 2:23 que: “y se cumplió la escritura que dice: y Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. 

Ser “amigo de Dios”, es sin duda, un título de gran valor; no sólo por todas las bendiciones que esto implica, sino porque además indica comunión especial con el Creador y eterno Dios. Habitar en su presencia es la más grande riqueza que ser humano alguno pueda tener. 

También somos conscientes de que una verdadera y genuina amistad demanda tiempo, un excelente conocimiento mutuo, y por supuesto ayuda, apoyo, confianza, sinceridad, solidaridad, entre otras cosas. 

También nos enseña la palabra de Dios que otro caso muy interesante, es el de Moisés, quien también tenía una comunión especial con el Señor, una relación única, esta era el resultado de su continua búsqueda de Dios. Precisamente, por eso su vida se destacó en las Sagradas Escrituras. 

Acerca de conocer a Dios, el Señor Jesús nos enseñó en el evangelio según San Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. La esencia de la vida cristiana es conocer a Dios. 

En este pasaje bíblico, el término “conocer” se traduce de la palabra griega “ginosko”, que además quiere decir: “estar tomando conocimiento”. De este modo, podemos decir que la vida eterna es un continuo conocer a Dios, y esa verdad nos transforma de gloria en gloria. 

En el caminar de la fe, no podemos negar que el cristiano vive situaciones que son difíciles de comprender; en otros momentos quizá no sabemos qué camino tomar, o que hacer frente a cierta situación; es allí cuando con  mayor fuerza y decisión, debemos buscar la presencia de Dios.

 

 

En Cristo siempre encontraremos ayuda, nuevas fuerzas, nos enseñará qué camino seguir, podemos confiar en él; sin duda alguna, él es nuestro mejor amigo. Una buena relación con Dios, es la mejor amistad que podemos tener en toda nuestra existencia.  

La palabra del Señor, nos dice que Abraham fue llamado amigo de Dios-, debemos tener en cuenta que la misma Biblia nos dice: “Andarán dos juntos si no estuviesen de acuerdo”, podemos concluir, que Abraham decidió un día rendir sin reservas su corazón a Dios para estar de acuerdo con él. Esta debe ser la esencia y motor de nuestra existencia, vivir para Dios.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria). 

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