(Dios transforma los problemas en victorias). Nos dice la Biblia en Génesis 1:1-3 “Y
la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios:
Sea la luz; y entonces fue la luz”...
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Aquí podemos ver la condición de la
tierra inicialmente, y el texto nos muestra términos como: desorden, vacío y
tinieblas. La condición de la tierra no era la mejor, y a veces eso pasa en nuestra
vida cuando las cosas no están bien.
Quizá por las dificultades, o por las
malas decisiones, nuestra familia y economía sufren el caos, o por nuestra
desobediencia experimentamos un vacío, cómo si camináramos sobre la nada y las
fuerzas de las tinieblas vienen contra nuestra vida.
Pero el mismo texto bíblico nos
muestra a Dios en medio de semejante condición: “el Espíritu de Dios se movía”;
entonces el Señor no abandonó su creación, él mismo estaba allí y no estaba
quieto. Al considerar la
condición inicial, nosotros diríamos: “no hay nada que hacer, todo está muy
mal” o “es imposible restaurar”, pero Dios estaba allí preparando su poderosa
obra a favor de la creación del ser humano.
Nos enseña además aquí la Biblia que Dios habló: “y
dijo Dios”, de la boca del Señor sale ahora Su palabra, aquella Palabra que
transforma, que restaura y ordena todo lo que está mal y desordenado en
nosotros; la palabra de Dios restaura y transforma las cosas. La luz de Dios
apareció haciendo retroceder las tinieblas y transformando todo aquel caos y
desorden en bendición divina.
La Biblia
nos enseña claramente que Dios envió a su Hijo Jesucristo para restaurar todas
las cosas. No importa que haya pasado, o en qué condiciones está tu vida, éste
es el momento para acercarse a Jesucristo nuestro Señor y él hará milagros en
tu corazón y en tu vida.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Devocionales cortos cristianos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario